A edad muy temprana, a los diez o doce años, sentí fuerte inclinación hacia la adivinación, me inicié en la astrología, después me interesó la quiromancia, más tarde estudié I Ching (lo recomiendo), hasta que al final, hacia el año 1982, llegó a mis manos un libro sobre tarot. Era lo que realmente buscaba.

Desde entonces no ha parado de estudiar y echar cartas, primero a familiares y a amigos y después dedicándome de manera plena.

Me gusta poder ayudar con el Tarot a todas las personas que se acercan a él buscando soluciones a sus problemas, dudas y dificultades.

En un principio echaba las cartas en mi casa o bien iba al domicilio de la persona que deseaba consejo o indicaciones del tarot.

Desde hace unos años tengo mi propio despacho en Barcelona, plaza Universidad. Anteriormente había estado en la calle sant Pau y también en la calle Fontanella. Lo comento porque mis clientes han tendido que sufrir unos pocos cambios de ubicación en estos años.

Desde que empecé tengo muy claro que no deseo “echar la forturna”, es decir anunciar que pasará en el futuro, como si este estuviera gravado y no hubiera variación alguna posible. El tarot, según mi opinión, es para ver que vías o que acciones son las más factibles ahora, teniendo en cuenta el pasado y el presente en un asunto concreto.

Doy las gracias a todas las personas que estos años han estado confiando en mi.

Marcos de la Osa.